Callado pero presente
No hablaba pero decía
Porque fuerza en la mirada él tenía.
Y era alrededor de la mesa
Donde todo pasaba
Por la mañanas nos despertaba
Con los rompantes de Carmina Burana
O los pajaritos de Vivaldi, la Primavera
A fuerza nos culturizaba
Raiz cuadrada de dos le llamaban
Sus alumnos de vários años
Por la altura, nos decían.
Pero esas cosas ya no le importaban.
Se negó a los consejos del doctor
Y comia chorizo, vino, pan y solomillo
Y eso varios de vida le rindió.
Y ahora hace siete años que no está
Y la mesa está vazia
Hombre del pueblo que sabia los números
Y leía a la gente, simplemente porque
Fuerza en la mirada él tenía
Conoció cuatro de los cinco nietos,
Y se fue como quería:
Durmiendo en su cama quieto;
La cama de descanso de toda su vida.